Los sneakers blancos son un pilar del guardarropa moderno. Pero su blanco impoluto es un imán para la suciedad, especialmente tras encuentros con lluvia y calles mojadas. Mientras la limpieza del upper es sencilla, el verdadero campo de batalla es la entresuela.
¿Por qué las entresuelas son tan difíciles de limpiar?
Materiales como el EVA, el Boost de Adidas o la goma texturizada son porosos por naturaleza. El lodo no solo se asienta, sino que se incrusta en cráteres y texturas. Un simple paño húmedo a menudo esparce la suciedad, creando una mancha grisácea.
El enfoque del Maestro: Limpieza de precisión
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Eliminación preliminar:
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Usa un cepillo de cerdas semirrígidas en seco para quitar lodo y suciedad suelta.
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Atención a las costuras entre suela y upper.
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Solución de limpieza:
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Mezcla agua tibia con limpiador especializado.
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Evita productos agresivos como el cloro (causan amarilleo y degradación).
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Cepillado dirigido:
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Trabaja en secciones pequeñas con movimientos circulares firmes.
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Genera espuma para levantar suciedad de los poros.
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Aclarado y secado:
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Retira residuos con toalla de microfibra húmeda.
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Secado completo al aire.
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Cuando se necesita artillería pesada
Para manchas persistentes o blanqueamiento profundo:
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Tarrago Sole Restorer: Usa oxidación activada por luz UV para devolver el blanco original a suelas amarillentas.
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La obsesión por los detalles es lo que nos define. Un sneaker no está verdaderamente limpio hasta que su suela luce impecable como el primer día.
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